Mantenerla limpia no cuesta tanto, solo hay que tener en cuenta algunos consejos...
Primero de todo voy a empezar por contaros que la plata por sí sola se ennegrece, se oxida simplemente con mantener contacto con el aire.
Muchas veces utilizamos cremas, colonias, productos para el cuerpo que sin darnos cuenta dañan este metal, y no caemos en que hay que quitarse todas las joyas para utilizarlos. Estos productos suelen llevar agentes químicos que oxidan la plata y suele ponerse oscura, grisácea y sin brillo.
Al llevarlas a menudo es inevitable que se rayen y se rocen del día a día, pero si las tenemos que guardar, mejor tenerlas en bolsitas bien cerradas y de forma individual, las típicas bolsas con cierre hermético son lo suyo, evitaremos que se rayen entre ellas y que tengan contacto con el aire y así cuando vayamos a ponérnoslas estarán perfectas para lucirlas.
Las que llevemos día a día, las podemos ir limpiando con un cepillo suave y agua jabonosa, con agua tibia y después secarlas bien, y las mantendremos pasándoles un trapito suave para que no raye la pieza.
A las que tengan circonitas o piedras transparentes les podemos añadir un chorrito de amoníaco en el agua para quitar la suciedad de las piedras y que brillen.
Y si veis que ya necesitan una buena pulida, lo mejor es un repaso con filtros de brillo por una pulidora y quedaran como nuevas!!!
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